- Back to Home »
- Cementerio de Derio
Posted by :
Oculus
martes, 19 de abril de 2016
Hola a todos, continuamos con nuestro camino por los cementerios de España.
Por lo general, al cementerio se va o a despedir a un ser querido o a que te despidan a ti y es obvio que en ninguno de los dos casos uno está para fijarse en el entorno. Sin embargo, te proponemos otra forma de acudir al camposanto de tu ciudad: descubrir el gran patrimonio artístico que encierran estos recintos y, de paso, conocer ciertos acontecimientos y personajes allí enterrados que han hecho historia.
Por lo general, al cementerio se va o a despedir a un ser querido o a que te despidan a ti y es obvio que en ninguno de los dos casos uno está para fijarse en el entorno. Sin embargo, te proponemos otra forma de acudir al camposanto de tu ciudad: descubrir el gran patrimonio artístico que encierran estos recintos y, de paso, conocer ciertos acontecimientos y personajes allí enterrados que han hecho historia.
En
Bilbao han hecho una visita guiada por su cementerio de Derio, miembro de la Asociación de
Cementerios Significativos de Europa (ASCE), ofrece de forma gratuita y por el
que ya han pasado turistas chinos, estadounidenses, mexicanos o franceses.
Nada
más llegar, en las oficinas se recoge el folleto y el aparatito MP3 para
guiarte por los monumentos más destacados.
Considerada
la necrópolis más importante del País Vasco el Cementerio de Bilbao está
situado entre los términos municipales de Zamudio y Derio. Su inauguración tuvo lugar el 27 de
abril de 1902, teniendo como arquitectos a Edesio de Garamendi y Enrique
de Epalza. Su extensión
alcanza unos 208.566
metros cuadrados donde han recibido sepultura unas
400.000 personas, aunque cuenta con 28.663 concesiones.
En
primer lugar, mientras el audio guía te cuenta brevemente la historia del
cementerio inaugurado en 1902, desde la entrada se contempla una bella
panorámica de la arquitectura neoclásica que preside el recinto. Llega el
momento de dar el primer paso y atreverse a bajar las escalerillas de la cripta, una húmeda y sobrecogedora estancia donde reposan los restos de 321
fallecidos en violentos episodios ocurridos tras unos bombardeos sobre Vizcaya
durante la Guerra Civil.
Una vez repuestos la impresión, anchas galerías de columnas y arcos te conducen
hasta la capilla, rodeada de altísimos cipreses, cedros y
magnolios.
A
partir de ahí, empieza el paseo entre tumbas y panteones dispuestos, como una
pequeña ciudad gris plomiza levantada sobre un suave manto de hierba, en calles
principales que, en forma de cruz, van a parar a la plaza de Begoña, donde se
encuentran los mausoleos más
valiosos, pertenecientes
a ilustres familias de Vizcaya, como los Ybarra, los Chavarri o los Martínez
Rivas.
En
el centro de la plaza, una composición escultórica presidida por el Dios Cronos
recuerda el triste suceso del Circo del Ensanche, ocurrido en Bilbao en 1912.
En este cine murieron 44 personas, en su mayoría niños que estaban viendo una
película cuando se desato un gran tumulto por una falsa alarma de incendio.
Después
de curiosear a quién pertenecen las sepulturas más llamativas, observar estatuas que recuerdan al
maestro Rodin y otras que dan auténtico pavor, la siguiente parada es el cementerio civil, donde se enterraba antiguamente a los no
católicos. Allí está la tumba de Indalecio Prieto. A lo largo de la visita,
también destacan dos muros de fusilamientos de la Guerra Civil , cada
uno de un bando, en los que aún se aprecian los impactos de las balas. De
vuelta por el lado contrario, dos puntos más de interés: el sarcófago de doña
Casilda Iturrizar y el panteón de Amalia Ulacia, cuya Piedad de mármol blanco
es una maravilla.