viernes, 2 de diciembre de 2016
Y como no podría ser de otra manera,
finalizamos nuestra serie de “Sanatorios del Miedo” con un enclave muy especial
para nosotros, por ser el lugar donde realizamos nuestra primera investigación
oficial como grupo. Situado en la provincia de Valladolid, os presentamos el
Sanatorio de Tuberculosos de Viana.
SANATORIO DE TUBERCULOSOS DE VI
El conocido como Sanatorio de Viana es, hoy un edificio
completamente abandonado, que ha sufrido el expolio constante de visitantes y
curiosos que se han acercado hasta allí para vivir una experiencia diferente o simplemente
para curiosear.
Se inauguró a finales de la década de los 50,
como hospital de tuberculosos. Por aquella época esta enfermedad tenía una gran
incidencia entre la población, lo que hizo necesaria la apertura de un edificio
de tales características, donde personal especializado custodiara y cuidara a
afectados por dicha dolencia. En 1963 la dirección decide clausurar el edificio
y trasladar a los enfermos que quedaban a un centro de similares
características, ubicado en Salamanca. A partir de ese momento se puede decir
que fue cuando comenzó el declive de este edificio.
A finales de los 70, se convirtió en un
centro de asistencia de personas discapacitadas, pero tras unos años ocupando las plantas inferiores del edificio, en 1982 también abandonaron dicho lugar y desde entonces nadie más ha vuelto a
apostar por unas paredes, que se encuentran en un enclave único, en medio
de un impresionante pinar.
Lo cierto es que a día de hoy se trata de un
lugar que está en un estado de completo abandono, con una historia oscura, ya
que nadie quiere dar más información. Cuando se pregunta en los ayuntamientos
de los dos municipios próximos, aunque la titularidad solo sea de uno, las
caras se vuelven serias y surgen los enfados y las amenazas de denuncia por
entrar en su interior.
Muchas son las leyendas que corren por sus
interminables pasillos y por sus alrededores, no todas ciertas, siempre hay que
decirlo. Todas las personas que se adentran en busca de lo misterioso tienen
sus propias experiencias, pero casi todos coinciden en la segunda planta.
Malestar, mareos, flojera de piernas,
agobios, cambios drásticos de temperatura, subidas del campo electromagnético,
sensación de estar siendo observado, pelos como escarpias y la visión de una
niña espectral correteando por la planta, son claros síntomas de actividad
paranormal.
El sótano o la capilla son otros de los
puntos calientes del enclave. En el primero son frecuentes los avistamientos de
sombras, ruidos de pasos corriendo o el arrastre de muebles pesados que ya no
existen. En la capilla los restos de algunos rituales satánicos son todavía
palpables a pesar del deterioro. Cuenta la leyenda que un hombre vestido de
negro llego a la capilla e hizo un ritual que abrió la puerta a un ente malvado
que cohabita entre los muros del sanatorio con resto de almas. Lo que sí que es
cierto es varios médium tras su visita al lugar, sin conocer la historia,
hablan de esta supuesta entidad maligna.
Otra zona importante donde se ha registrado
actividad es el entorno de la piscina, donde se cuenta que murió ahogada una
niña pequeña de nombre Ana.
En los últimos meses la aparición de pintadas
alusivas a maltratos y abusos a los enfermos de la última etapa y la afirmación de la aparición del cadáver de
una joven en 1992 en los terrenos de la finca, han ayudado a hacer más negra la
historia de este lugar, aunque en honor a la verdad, el cadáver de la joven
apareció en el mismo pinar, pero en otra zona a varios kilómetros del lugar.
Despedimos esta serie de “Sanatorios del
Miedo” con la que hemos pretendido acercaros lugares no tan famosos, en los que
la actividad paranormal esta patente o ha sido patente antes de su
demolición. Os dejamos el vídeo de
nuestra primera investigación en el lugar como muestra de la fenomenología que
posee.
