sábado, 19 de noviembre de 2016
Bienvenidos a una de las ultimas entregas de "Los Sanatorios del Miedo". En esta ocasión hacemos parada en el ya desaparecido, Sanatorio La Atalaya de Ciudad Real.
SANATORIO
LA ATALAYA
El hospital La Atalaya de Ciudad Real, fue ideado en los inicios del Siglo XX como
sanatorio para tratar a enfermos de tuberculosis, de ahí su ubicación sobre un
cerro orientado al Sol y con aire puro, aunque justo al terminar su
construcción se dio por prácticamente erradicada la enfermedad en nuestro país
por lo que se le tuvo que buscar una nueva función. De esta forma, el antiguo y
enorme hospital de la Atalaya se convirtió en un psiquiátrico infantil en un
principio, construyendo un campo de fútbol, la piscina y columpios, etc. Años después
se abre a enfermos de todas las edades.
Es a partir de esta época cuando el edificio adquiere fama
de maldito, pues algunos de los pacientes comienzan a relatar historias de
gritos y lamentos de procedencia desconocida. Finalmente, el hospital cuelga el
cartel de cerrado, por falta de pacientes hasta quedar abandonado.
En los alrededores de la Atalaya se produjo en 1987, la noche
del Lunes al Martes de Pascua, el asesinato a tiros, de una pareja de jóvenes
que se encontraban dentro de su coche por parte de un policía que
posteriormente se suicidó tras de cometer el crimen. Este no fue debidamente
aclarado y en la actualidad cuenta con cierto halo de misterio. Se habló de un
crimen pasional aunque aparentemente las fue víctimas no conocían a su agresor,
ni habían tenido relación alguna.
En Ciudad Real corre la leyenda de la Dama de la Atalaya,
una mujer fantasmal de unos 40 años, vestida con un camisón blanco que se
aparecía justo en la curva de acceso al antiguo sanatorio. Esta historia va
ligada a la aparición en el mismo lugar de otra mujer con un vestido blanco que
irradiaba una potente luz, semanas antes de la finalización de la Guerra Civil.
También se comentaba la presencia de extrañas luces dentro del edificio, ruidos
extraños y grabación de psicofonías.
Durante los últimos años, en la primera planta se podían observar
escombros por todas partes y el techo estaba a punto de venirse abajo. El resto
de la construcción no estaba en mejores condiciones. El viento entraba por
todas partes y ratas y otros animales campaban a sus anchas. En las paredes
algunas pintadas como, Aquí se mata, aquí te puedes volver loco o el que entra
en este lugar no sale, le daban un toque siniestro.
La zona que peores sensaciones trasmitía, era la antigua
capilla. Situada en el primer piso, era el lugar donde ciertos grupos, realizaban
sesiones de ouija y extraños rituales. En lo que parece un altar, al fondo de
la estancia, una paloma estaba atravesada por uno de los hierros que partían de
la pared y el pobre animal era mecido por el aire que se colaba.
Diversos testigos, aseguraban tener experiencias como la
aparición de un niño fantasmal en el antiguo hospital. Otros, pudieron
contemplar durante un buen rato cómo un potente «foco» iluminaba tres
estancias, asegurando que no había nadie más allí, por lo que el fenómeno no
podría deberse al efecto de linternas o de algún otro medio de iluminación. ¿O quizá
fue aquella Dama de blanco radiante?...
También existen algunos documentos gráficos captados entre
las paredes del viejo hospital, pero que se pueden catalogar como curiosos. En
la primera de ellas, tomada en una de las estancias, puede distinguirse lo que
semeja una figura de perfil, con un tronco y unas piernas visibles y con cierto
relieve. Además, en la sala donde fue tomada la fotografía no existen desconchones
en la pared con esa forma para ser una pareidolia.
En la segunda fotografía se ve una figura luminosa a
contraluz, que parece apoyarse en la pared y proyecta una sombra frontal, sin nadie
en el lugar, por lo que se descarta que la luz del flash impactase contra una
persona, provocando dicho efecto.
La Atalaya fue demolida en el 2007 aunque en el parque
forestal que lleva su nombre, queda arraigado por todos sus rincones el
misterio.
