lunes, 7 de noviembre de 2016
En nuestro viaje por “Los Sanatorios del Miedo” hacemos
parada en el recuerdo del hospital Manuel Lois, en la provincia de Huelva
Hospital Manuel Lois
En pleno corazón de la capital onubense se alzaba majestuoso
uno de esos edificios encantados y a la vez malditos que aún perviven en la
realidad y en el recuerdo de muchos.
El Hospital Manuel Lois fue derribado entre los años 2006 y
2008 aunque no sin dificultades, ya que se encontró amianto durante el proceso
de demolición, el cual se mantuvo paralizado durante varios meses hasta que se
realizó un plan especial para retirada del amianto que había sido utilizado
como aislante en la construcción del hospital.
Durante más de quince años de abandono se produjeron en él
numerosos sucesos misteriosos, y es en sus últimas plantas donde muchos
testigos aseguran haber presenciado toda una serie de fenómenos extraños, entre
los que destaca la aterradora aparición de una enfermera o monja fantasma que
paseaba por sus oscuros y destartalados pasillos.
En el interior quedaron numerosos enseres y materiales. Una
noche, sin saber cómo, unos cuantos colchones comenzaron a arder de forma
inexplicable en la cuarta planta del edificio. Los Bomberos de Huelva tuvieron
que acudir para sofocar las llamas cuando uno de ellos pudo distinguir entre el
humo, claramente la silueta de una persona, aunque intentaba acercarse a ella,
la figura se alejaba. Vestía ropa de asistencia sanitaria pero de otra época. El
bombero reconoció que en ese momento sufrió auténtico pánico. Se da la
circunstancia que en esa misma planta se produjeron seis incendios sin motivo
aparente antes de la demolición.
Se encontraron pentagramas, velas y tableros de la ouija, en el lugar se
sentía mala energía, tristeza, debido a tal vez las numerosas historias que
nacieron en el lugar por los pacientes
que allí murieron.
Son varios los testigos que afirman haber visto en esta
última cuarta planta a una «dama blanca» que llora por las noches y cuyos
quejidos crisparon los nervios de los empleados de urgencias. Algunos de ellos
tuvieron que solicitar la baja por depresión, ataques de nervios e histeria.
Hace años la zona de urgencias comunicada con el resto del edificio mediante un
pasillo que tuvo que ser tapiado, precisamente debido a la visión en los pisos
superiores de esa extraña presencia que asustaba a los empleados. Se escuchaban
ruidos de camillas y sillas de ruedas en movimiento, como si estuvieran en
funcionamiento, además de lamentos, gritos y sonidos propios de instrumental
médico. Y esto sucedía en un lugar que registró ya hace años la salida de su
último paciente.
También había zonas donde los animales se sentían
amenazados o rehuían entrar en las plantas señaladas. La historia de
Danko, un perro guardián que se sintió acechado por algo que, primero provocó su agresividad, para luego
inducirle a huir tembloroso.
Otro vigilante se encontraba en medio de la oscuridad,
portando sólo una pequeña linterna. Fue entonces cuando el perro comenzó a
tirar de él y, al cruzar una esquina, se topó ante una presencia fantasmal
femenina que venía hacia donde se encontraba.
El hospital fue víctima de actos vandálicos en su interior
con el fin de sustraer los objetos abandonados en su desalojo. Así, una pareja
tomó una lámpara de quirófano que instaló en su casa, llevándose la
desagradable sorpresa de que ésta parecía tener vida propia y se accionaba o
apagaba a voluntad, atemorizando a sus nuevos propietarios, hasta que
finalmente la dejaron en el lugar de donde fue sustraída, la cuarta planta.
Todo un lugar digno de entrar en los archivos de la historia del Misterio en España…
