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- El misterio de las Caras de Bélmez de la Moraleda
Posted by :
Destroyer
jueves, 30 de julio de 2015
Hoy
os traemos uno de los casos más misteriosos de nuestro país:
El Misterio de las Caras de Bélmez
En 1971 una serie de
extraños rostros hicieron su aparición en el suelo de cemento de una humilde
cocina rural de Bélmez de la
Moraleda (Jaén).
El
23 de agosto de 1971 aparece una mancha semejante a un rostro en la superficie
que cubría el fogón de la cocina de la vivienda número 5 de la calle Rodríguez
Acosta (actual María Gómez Cámara).
Sobre
las 21:30 María Gómez esta sola y cocinando y al ver ese rostro se asusta tanto
que sale corriendo de su casa pidiendo ayuda y un nutrido grupo de personas
entraban en su domicilio para comprobar con horror el rostro que se había
formado en el fogón.
Al
día siguiente uno de los hijos pica el rostro, a la semana siguiente se volvió
a formar otro idéntico, fue llamado la
Pava.
A
principios de septiembre aparece otra cara completamente distinta que se
asemeja a un niño.
Los
primeros análisis descartaron que la cara hubiese sido pintada, y la teoría de
que aquello era una señal humana o demoníaca cobro adeptos en el pueblo.
La
historia era solamente conocida en el pueblo hasta que el 15 de septiembre un
redactor del diario Jaén se encontró con la exclusiva de su vida, con este
titular “Un rostro aparece y desaparece
en un fogón”. A partir de ese instante el suceso se convertiría en unos
meses en una noticia de primera magnitud en todo el país.

En
febrero de 1972 llegan enviados especiales de Pueblo, Ya, ABC, Triunfo… y
10.000 personas visitan a diario la casa de María.
El
albañil Sebastián Fuentes fue el encargado de excavar un hueco de 2,80m en
mitad de la cocina. Surgen restos óseos semifosilizados que son identificados
en la Junta de
energía Nuclear como no radioactivos y correspondientes a niños del siglo XIII
y XVIII, también recorta la Pava
para depositarlo en una hornacina cubierta por una lámina de cristal.
Aparecen
nuevas caras y Germán de Argumosa junto con José Solas logran las primeras
parafonías en la cocina de María: “Es que
yo sigo enterrada” “¡Aquí empieza el infierno!” o “Quico…borracho”.
El
14 de febrero el diario Pueblo hace este titular “se acabó el misterio”. Diciendo que las caras se componen de sales
de plata sometidas a la acción solar y toda España cree en el engaño.
En
1976 y 1980 hay nuevas caras llamadas Dama de la copa o Cara del Diablo.
En
1990 los periodistas Iker Jiménez y Lorenzo Fernández inician una investigación
para explicar como se engañó a la opinión pública.
La
operación Tridente:
La iglesia.
Muchos de los seguidores
del fenómeno de las caras de Bélmez están convencidos de que si se hubiera
mantenido la primera teoría, la iglesia hubiera adoptado una actitud diferente.
Al principio la cara de "la
Pava " se comparó con la de la Santa Faz de Jesús,
icono muy venerado en la catedral de Jaén. Si la afluencia de autocares hubiera
tenido cariz cristiano, las cosas tal vez se habrían enfocado de forma
diferente. El cura del pueblo por aquel entonces era Antonio Molina y fue el
primero en ser instrumentalizado por la institución religiosa. Sufrió fuertes
presiones para explicar desde el púlpito que todo lo sucedido no era nada más
que una broma entre las gentes del pueblo y de cuyos resultados pretendieron
sacar beneficio económico. Tachó de fraudulentas las pruebas realizadas por el
profesor Germán de Argumosa, reconociendo años después que nunca tuvo pruebas
para afirmar que lo sucedido no fuera realmente un hecho parapsicológico.
Terminaría abandonando el pueblo y renunciando a su carrera de sacerdocio. El
obispo de Jaén también jugaría un papel decisivo en esta partida.
· El Estado
Puso al servicio de la
investigación a distintos estamentos, llegando a preocuparse por demostrar el
fraude, implicando en la operación desde la policía local hasta el titular del
Ministerio de Gobernación. Cuando la
Brigada de Investigación Criminal no pudo demostrar ningún
tipo de fraude, el alcalde de Bélmez fue llamado al Gobierno Civil siendo
amenazado por su titular con ser detenido. Posteriormente requirió su presencia
el ministro Tomás Garicano Goñi. Hasta el mismo general Franco, a través de su
mujer Carmen Polo, pidieron explicaciones y exigieron actuaciones contundentes
para acallar los hechos. Sin embargo, ni las amenazas de las más altas
instancias de la dictadura surtieron efecto
· La
Ciencia
El Ministerio de
Gobernación seleccionó a una serie de personas especialistas en distintas
disciplinas entre las que figuraban fotógrafos profesionales, pintores que
explicaran los posibles trucos de pinceles y óleos, químicos capaces de
certificar un fraude de las manchas en el cemento. Fueron convocados todos los
técnicos necesarios para desenmascarar un presunto timo a las masas. La
comisión publicó que las caras habían sido pintadas empleando hollín y vinagre,
teoría que fue descartada por las investigaciones del CSIC.
El periodista Antonio
Casado, firmante del célebre último reportaje de Pueblo, declara cómo se urdió
la falsa explicación por orden directa de Emilio Romero, director del rotativo,
a su vez dictado por el ministro de Gobernación y Francisco Franco.
En 1991 el Grupo Hepta
toma muestras de las caras y el CSIC descarta la impregnación de materiales
propios de pintura o sales de plata en el cemento.
En el año 2001 se produce
el último repunte de nuevos rostros.
Fue el 7 de febrero de
2003 cuando el hipnólogo Ricard Bru durante la retransmisión del programa
Flashback en Canal Sur, hipnotizó a Ana Castillo para tratar de averiguar el
misterio de los rostros.
Hipnotizó a Ana delante
de María e Hizo que la médium pusiera la mano sobre la de María y pidió a esta
que se centrase en la pregunta de porque aparecen las caras, entonces Ana
comienza a dar datos sobre la hermana de María , y ahí ella reconoce por
primera vez que la mataron durante la Guerra
Civil junto a su marido y cinco de sus hijas en el Santuario
de la Virgen
de la Cabeza ,
da el nombre de la hermana y todos los detalles, cuando le pregunta si tenían
alguna foto que corrobore la historia, María le dice que la única imagen de la
familia la tiene su sobrina, la única superviviente de aquella masacre, así que
va a casa de la sobrina y le muestra la imagen.
A raíz de esta
investigación Iker Jiménez y Lorenzo Fernández
hacen el libro Tumbas sin Nombre donde hacen comparativas y
superposiciones de los rostros aparecidos en la casa con la foto de la sobrina
de María. Fue la policía científica la que dio la siguiente conclusión: “las coincidencias y paralelismos para ser
simples esbozos o dibujos dan un nivel de concordancia de un 68,3% en modo
forzado, lo cual nos indica algo más que un simple azar o el capricho del mismo
en la formación del conjunto teleplástico de Bélmez”.
María, la protagonista de
esta historia jamás se lucró ni rentabilizó en su beneficio las posibilidades
económicas de este fenómeno. Su casa y su forma de vida no se modificaron a lo
largo de su vida. Murió el día 3 de febrero de 2004.